RELACIONES E IMPLICANCIAS DEL DETERMINISMO BIOLÓGICO, EL PENSAMIENTO FREUDIANO DE PSICOLOGÍA CRIMINAL Y LA NUEVA CRIMINOLOGÍA
Cita: Ríos
Patio, Gino (2017), "Relaciones e implicancias del determinismo biológico,
el pensamiento freudiano de psicología criminal y la nueva criminología",
Revista Horizonte Médico. jul-set2017, Vol. 17 Issue 3, p65-72. 8p. DOI: http://ezproxy.unicolmayor.edu.co:2106/ehost/detail/detail?vid=0&sid=f5b99d79-af96-445b-aa2c-2fb30039603e%40pdc-v- sessmgr01&bdata=Jmxhbmc9ZXMmc2l0ZT1laG9zdC1saXZl#db=lth&AN=126992053
El
autor en el tratamiento de este articulo muestra un paralelo entre los
preceptos de la criminología clásica, con aditivos muy interesantes como lo es
la criminología visualizada desde la genética y la responsabilidad; expuesta en
una cámara de debate original desde una vértebra de la sociedad estrictamente diferente.
Pero a su vez influyente en las respuestas planteadas en este documento del
como variables que confluyen alrededor del entorno del ser humano desde la
óptica de eventos casi imperceptibles afectan las respuestas comportamentales
del individuo enmarcadas en una época que evidencia cambios de fondo colmatados
por antítesis como el esfuerzo de los organismos internacionales que generan
pactos de orden internacional para el cumplimiento y respeto de derechos
humanos en contraste con el individuó que desde su nacimiento ya trae consigo
en su ADN programada la violencia inherente al mismo; y como coteja eventos de
orden biológico que afectan el desarrollo del derecho y las políticas públicas
de criminología en el intimo social.
La mejor forma alternativa de solucionar
los conflictos, según Freud, son el reconocimiento y predominio de las
necesidades y los fines comunes, que derivan de la coexistencia en la misma
comunidad, ante lo cual se impone consensualmente un nuevo orden social y
jurídico. De hecho, para Freud el derecho surgió de la fuerza precisamente como
límite a ésta, de modo que un nuevo orden jurídico puede equilibrar la relación
social y reducir la violencia, aspecto este que coincide también con uno de los
planteamientos de la criminología crítica. (Ríos. 2017, p. 68).
Es
pertinente exaltar su pensamiento dentro de este escrito dado que se sale de la
órbita común de los demás autores en lo atinente a buscar fundamentos para
dilucidar que existen escenarios poco auscultados y que dan forma a una
percepción novedosa en tanto que permite visualizar al perpetrador desde el
ámbito de su concepción natural y la información con la cual llega al mundo
inmersa en este y sin saberlo con ella desarrollara su devenir social causando
afectaciones que conllevaran a los nominadores jurídicos a nuevos caminos
criminológicos y con ello el desarrollo de teorías y postulados que pretenden
desdeñar al detalle la síntesis de reacciones químicas que lo llevan a
determinar su actuar.
(…)
De eso trata la criminología precisamente, para lo cual sus objetos de estudio
son el criminal, la víctima, el crimen y el control social, con fines de
proporcionar la información científica válida, contrastable y objetiva que
sirva para el diseño de una política criminológica eficaz, que permita
prevenir, reducir, controlar y, última ratio, sancionar de manera distinta a la
actual, que se caracteriza por retribuir a manera de reacción social
vindicativa el castigo; interviniendo positivamente en la cuestión criminal
(Ríos. 2017, p. 66.)
Es
evidente que la comisión del crimen tiene una raíz primigenia que desde
contextos nuevos que para ser construidos han bebido irrefutablemente de teorías
como la clásica la positivista, desde construcciones teóricas como la del señor
Freud entre muchos que han defendido un hilo conductor que muestra que en
muchas de las descripciones como la nueva criminología que aunados a anteriores
postulados también muestra que el factor de marginalidad y desigualdad
encumbrada en el ejercicio social es caldo de cultivo a las vertientes
delincuenciales que separan el mundo desde lo criminológico en quienes se sabe
clasicamente que un nuevo orden jurídico reprimirá el deseo de violencia con lo
cual en lo ideal reinaría la paz.
Es
decir, para aquellos los cuales han sido desarrollados estas políticas públicas
quienes son los que por aterrizarlo de alguna forma “son aquellos que tienen
para quitarles” y por el otro los desiguales sobre quienes recae el
oscurantismo que trae impregnada la política pública represiva con un efecto de
prevención; la desviación, encajando el control social como arbitrio ante las
posibilidades que un miembro reactivo para la criminalidad desde su génesis
morfológica (ADN) donde quedaría el individuo predispuesto desde el útero a la
criminalidad si lo primero: le calara el reproche social conducente de las ya
enunciadas políticas y si si dentro de las mismas tendrá la posibilidad de la
implementación de las respectivas medidas la criminología vista desde la
propiedad privada como generador de desconfianza y de desigualdad entre quienes
ponen en marcha estos mecanismos de protección y sobre quienes recaen como un
ejercicio vindican te de seguridad para los asociados visto desde la psicología
jurídica parecería no contar la diferencia entre el bien y el mal aunque se
note división absoluta de dos bandos.
Fuente: Alternativas Latinoamericanas de desarrollo humano y estudios antropológicos.
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