ENCARCELAMIENTO
Cita:
Weber, E. (2015). Incarceration. Torch Magazine,
25-28.
Dentro de las cárceles podemos evidenciar una
creciente separación del Estado en la funcionalidad de las mismas y una
prestación de un servicio a favor de un privado que convierte esa función
primaria en una industria.
Así las cosas, dentro de la creciente facilidad de
los Estados a descentralizar sus funciones y otorgarlas a particulares en aras
de una prestación de un servicio público más “eficiente” se ha generado una
iniciativa por la privatización de los servicios públicos estatales que en principio
debería prestarse exclusivamente por el Estado.
Por ejemplo en las penitenciarías que se administran
en Estados Unidos, la incidencia es a una administración privada, que
industrializan las penitenciarías y el encarcelamiento, generando perjuicios
incalculables a la sociedad.
La operación penitenciaria se ha
convertido en una gran industria. Puede ser un gran impulso para economías
locales que las comunidades se han dejado caer en el viejo "no en mi patio
trasero" mentalidad. La privatización tiene legado; varias compañías
operan prisiones bajo contrato con el estado gobiernos, el ser más grande es Corrections Corporation of America, que
opera prisiones en 20 estados, sosteniendo 90,000 prisioneros, y toma en $ 1.7
mil millones en ingresos anuales. (Weber. 2015, p. 26) Cursiva fuera de texto
Según la iniciativa estadounidense en la
administración de las cárceles y la tendencia a la privatización basado bajo el
concepto de industrialización de las mismas y prestadoras de un servicio más
eficiente, se generan conflictos en que las prisiones no se estructuran bajo
presupuestos de rehabilitación sino por el contrario con fines económicos, y
los contratos con el Estado, generarían utilidades a los privados, que
contribuirían a perpetuar la violencia dentro de la sociedad para mantener la
industria del crimen con tal de generar ingresos.
Lo anterior no resulta descabellado, teniendo en
cuenta y partiendo de la premisa que toda industria o precepto económico se
mantiene bajo el margen de la utilidad, y si el crimen y el financiamiento del
mismo puede generar una utilidad a la administración de las penitenciarías de
los estados, púes se ocasionaría graves daños a la estructura social del
concepto de las cárceles y su finalidad.
El debate sería totalmente económico y nocivo en la
generalidad y administración de estos establecimientos. Por lo que sería una
bomba de tiempo en la réplica de estas organizaciones y su fluctuante mano
económica para generar una utilidad, a costa de la seguridad estatal.
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